Este curso, en continuidad con los años anteriores (emprender y agradecer), en la Comunidad educativa del Colegio Corazón de María queremos ofrecer, dar lo mejor de nosotros mismos. Conjugar en el día a día de nuestra vida este verbo es el objetivo del eje educativo de este curso.
Eres un regalo. Sí, eres un regalo para los demás. ¿No sé si te lo has planteado alguna vez? Como todos los regalos, solo cuando se les quita el envoltorio se descubre lo valioso.
Cada vez que iniciamos un curso se abre la posibilidad de compartir experiencias, momentos, instantes, conocimiento, emociones, sentimientos… es ofrecer valor verdadero al mundo. Compartir es un regalo y un regalo es un gesto de generosidad y buena voluntad que cambia a aquella persona que lo recibe y a quien lo da.
Eres un regalo. Ofrecerte está vinculado con el amor, aquel que ama a alguien de algún modo, desea mostrar lo mejor de sí mismo ante esa persona. Cuando compartes humanizas, llegas a las personas. Ofrecer, ofrecerte es la fuerza que te empuja a superarte a ti mismo cada día, a seguir donde usualmente te detendrías. Nunca sobra el amor. Cuando te ofreces y compartes, lanzas un mensaje que impacta en las personas, este mensaje es tan potente que incluso crea cambio en ellas y sin duda también en ti.
Eres un regalo y los demás son un regalo para ti. También es importante dejar que los demás hagan las cosas por ti. ¿Por qué le vamos a robar a otros la alegría de dar? Esto es, en sí mismo, otro acto de generosidad, aunque muchas veces puede hacernos sentir algo incómodos. Y es que la generosidad es muy a menudo un acto de amor y, aunque parezca contradictorio, muchas personas responden negativamente al hecho de ser amadas. La gratitud es importante. Como aprendimos el curso pasado, un simple “gracias” es lo mínimo.
Ofrecer va a ser ellema, el verbo que va a marcar nuestro curso. Alguien dijo que al final, solo se tiene lo que se ha dado. Buen curso.